Proyecto de filosofía, el primer arché: Tales de Mileto, Agua y voluntad

¿En qué momento se demarca la frontera que separa lo vivo de lo inerte en este plano tan fundamentalmente material?, hoy la respuesta es casi automática: lo inerte mantiene su voluntad reposando, en contraposición con lo vivo, que la usa activamente. Es la respuesta de un mundo moderno, pero en tiempos de Tales cualquier sabedor habría contestado que no, que de hecho la materia tenía tanta voluntad como tu o como yo, y hallamos testimonio de tal voluntad en el movimiento de estos cuerpos supuestamente inactivos. Inspirado por estos postulados y por la mitología del país de los faraones, aquel que reconocemos como el primer filósofo, observa en el agua la voluntad en estado puro.

Sin una forma definida, el agua buscará activamente el adaptarse a las formas de su recipiente. Da cuenta de la voluntad al fluir por su cuenta, encarnando a la diosa tetis, empapando todo con su ansia, demostrando en su volición que todo está lleno de dioses. Busca adecuarse a su recipiente, no dejará de fluir hasta que no se encuentre en armonía de su entorno, e incluso entonces no se detendrá. En la deriva del mar, con el movimiento de las olas, adecuándose a sí mismo, el agua buscará la armonía cual orquesta que en sus ensayos: instrumentos que en su fluir independiente, sin encajar en un principio, no dejarán de transformar su sonido hasta alcanzar una sincronía satisfactoria.

Resultado de la canción: Coronamo'